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    “Todos lo vieron”

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    Rescate

    Todos lo vieron

    01 agosto, 2023 Por Daniela Branada S.
    publicado en el Boletín 13

    Publicado por primera vez en 1944 y reeditado en 1972, en Estados Unidos, “Todos lo vieron” es un libro que pregunta a sus lectores ¿Qué observan el alce, la foca y el hipopótamo? Gracias al rescate de la editorial Kalandraka, en 2022, este libro retornó a las librerías con una edición en castellano y otra en catalán. Un título fuera de lo común para niños y niñas, que reúne a la escritora Margaret Wise y a la fotógrafa Ylla.

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    Cuando llegó este libro a mis manos llamó mi atención rápidamente. El rojo bermellón de sus guardas y de la portada, con tres fotografías de animales en blanco y negro asomados por un costado, letras blancas y negras, todo muy austero, despertaron mi curiosidad. El solo hecho de mirarlo y pasar sus páginas dan la sensación de que mantiene su estética original: sobria, elegante, nostálgica.

    Este trabajo mancomunado entre Margaret Wise Brown (1910-1952), prolífica escritora estadounidense de libros infantiles —entre ellos, el clásico Buenas noches, Luna (1947)—, y la fotógrafa nacida en Viena Camilla «Ylla» Koffler (1911-1955), nos muestra a un grupo de animales mirando atentamente y asombrados a alguien o a algo, aunque no saben qué: el oso polar se lo pierde porque se queda dormido, otros saltan de susto y corren donde su mamá. El despierto chimpancé, por su parte, ya sabía qué era.

    En todas las páginas de la derecha los animales están mirando, mientras que, en la izquierda, la escritora va contando con singular sensibilidad lo que sucede en las fotografías para impregnarlas de personalidad y resaltar la expresión de cada animal. Con cierta musicalidad en la narración, Wise trabajó en base a lo que también ella vio en las imágenes. Así, las palabras en rojo que se complementan con el blanco y negro de las fotos proponen una historia escrita hábilmente: «¿Qué era aquello? El gallo, sorprendido, giró su ojo amarillo. Cuando el pequeño gato lo vio, dio un gran salto en el aire».

    Cada foto en su ausencia de colorido retrata a la foca, al alce, al gallo, a un hipopótamo, gatitos, monos, entre otros. Pero no es un simple retrato: Ylla logra algo bien particular y que es captar la mirada en cada uno de estos animales —excepto en el oso, que ya sabemos que se quedó dormido—. Las miradas son profundas, tanto así que al observar la fotografía de las jirafas es inevitable ir directamente hacia sus ojos. Experimentas la seriedad del gallo, la actitud temerosa y amenazadora del alce, la ternura del gatito, el ánimo del perro.

    En todas las páginas de la derecha los animales están mirando, mientras que, en la izquierda, la escritora va contando con singular sensibilidad lo que sucede en las fotografías para impregnarlas de personalidad y resaltar la expresión de cada animal.

    Sobre Todos lo vieron y sus autoras hay poca información en internet. En el caso de Margaret Wise, su vida fue muy interesante: enamorada profundamente de Michael Strange, nombre artístico de la actriz, dramaturga y poeta norteamericana Blanche Oelrichs; al parecer fue un gran amor que iba entre el afecto y el desdén. Pero igual o más importante para Wise fueron la poesía —que escribía desde pequeña— y la música —tocaba el piano a diario—, expresiones artísticas cuya influencia están presentes en este libro.

    En su infancia vivió en una casa junto al bosque y tuvo diversas mascotas: un perro, dos ardillas, siete peces, un par de conejillos de Indias, un petirrojo y treinta y seis conejos, quienes más tarde inspiraron libros como el que hoy nos convoca. Murió a temprana edad producto de una embolia, tenía cuarenta y dos años, había escrito más de cien libros para niños y dejó más de setenta manuscritos.

    La vida de la fotógrafa Camilla «Ylla» Koffler también presenta algunas peculiaridades. De madre croata y padre rumano, durante la Primera Guerra Mundial se vio obligada a viajar con su madre a pie entre Hungría, Rumania y Yugoslavia, con las joyas familiares escondidas y el dinero metido en sus zapatos. Estudió escultura y es sabido que realizó constantes esfuerzos por encontrar hogar a perros y gatos callejeros. Con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial su carrera se vio interrumpida, por lo que debió migrar a Estados Unidos. Murió a los cuarenta y cuatro años trágicamente al caer de un vehículo mientras tomaba fotos a una carrera de bueyes en India. Dos años antes, había sobrevivido a un accidente aéreo.

    En la última página de Todos lo vieron aparece la frase escrita por Margaret: «Camilla Koffler, Ylla, fue una mujer enamorada de los animales que usó su cámara para inmortalizarlos». Ambas compartían este amor, ambas desaparecieron de este mundo repentinamente. Talentosas y apasionadas por lo que hacían, lograron encontrarse y trabajar juntas, dejando esta bella obra llena de sutilezas, simplezas y tres títulos más de los cuales hay muy poca información.

    Este libro juega con el lector y lo mantiene expectante. En una primera lectura cuesta entrar en él, pero lo terminas y vuelves rápidamente al inicio, porque sabes que hay algo especial y cuando lo encuentras, realmente lo ves: «¡Esto es lo que era! Un elefante gris, con alas doradas, va andando por el mundo. Estas cosas pueden pasar».