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    “Arrullos para dormir ovejas” (Cataplum, 2023)

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    “Yo no tengo hambre” (Cataplum, 2022)

    “Yo no tengo hambre” (Cataplum, 2022)

    “Yo no fui” (Cataplum, 2022)

    “Yo no fui” (Cataplum, 2022)

    “La sopa más rica y otro cuento” (Cataplum, 2020)

    “La sopa más rica y otro cuento” (Cataplum, 2020)

    “Canosa y el gran vecindario” (Cataplum, 2022)

    “Canosa y el gran vecindario” (Cataplum, 2022)

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    Cataplum: la vocación de crear libros vivos para la infancia
    Artículo

    Cataplum: la vocación de crear libros vivos para la infancia

    29 agosto, 2024 Por Diana Bravo T .
    publicado en el Boletín 15

    “Los buenos libros son como mansos animales que se desperezan cuando les acariciamos el lomo y nos muestran su panza para invitarnos al juego, mas no dudan en darnos un buen mordisco para hacernos salir de las garras de la cotidianidad.”

    “Arrullos para dormir ovejas” (Cataplum, 2023)

    “Arrullos para dormir ovejas” (Cataplum, 2023)

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    Con esta asertiva definición de la buena literatura se presenta Cataplum, editorial  establecida en Colombia que comenzó a editar en el año 2016 de la mano de su fundadora, la venezolana María Fernanda Paz-Castillo. Lo anterior también se puede leer como una declaración de principios en torno a los textos que acoge su catálogo; libros diversos y de calidad, que dejan resonancias en sus lectores y se acomodan en la memoria. Este mérito le ha valido ser reconocida en la última edición de la  Feria del Libro de Bolonia (Italia), recibiendo el premio BOP a la mejor editorial infantil de Centroamérica, Sudamérica y Caribe. 

    Los cinco títulos de Cataplum seleccionados por el comité Troquel entre los mejores de esta temporada, comparten la invitación al juego, a la observación detallada y a la sorpresa; la ausencia de afanes pedagógicos o moralizantes. Son libros hechos para disfrutar en la envergadura de sus complejidades: por los desafíos que nos presentan, las carcajadas que nos sacan, la atención que nos demandan… las mordidas que dan.

    Tengo hambre (Cataplum, 2022) de la venezolana Menena Cottin autora del reconocido El libro negro de los colores (Libros del Zorro Rojo, 2008) es un libro para disfrutar a toda edad, pero que constituye una estimulante propuesta para primera infancia: las ilustraciones de diversos animales en trazos simples, con una acotada y contrastante paleta de colores, promueven la abstracción desde lo visual aplicada a algo tan concreto como el ciclo alimenticio de los animales. Las expresiones de los animales y los detalles en cada ilustración motivan reflexiones.

    Yolanda Reyes, reconocida autora e investigadora colombiana, también se hace parte del catálogo con el dulce poemario Arrullos para dormir ovejas (Cataplum, 2023), ilustrado por la artista colombiana Manu Montoya. El poemario está imbuido de tradición oral, en el acogedor rito de dormir a las y los pequeños: una nana de cuna; un viaje al mar y sus mecedoras sonoridades, terminando con la clásica cuenta de ovejas. Yolanda Reyes nos regala un cuidadoso trabajo de palabras, mientras que Manu Montoya ofrece coloridas, mullidas y ensoñadoras ilustraciones.

    Estos cinco títulos de Cataplum (...) son hechos para disfrutar en la envergadura de sus complejidades: por los desafíos que nos presentan, las carcajadas que nos sacan, la atención que nos demandan… las mordidas que dan.

    Retomando el juego y el humor, leímos Yo no fui (Cataplum, 2022), con textos de la escritora venezolana Ana Palmero e ilustrado por la destacada autora chilena Alejandra Acosta. Un libro que evoca el calor del hogar al que pertenecen el travieso protagonista y su inseparable amigo perro. El ejercicio de ilustración resulta muy estimulante en técnica y contenido, gracias a la utilización de diversas materialidades y la complementariedad entre texto e imagen que nos ayudan a dar alguna explicación a las inexplicables cosas que ocurren en la familia.

    Villa Verde es el escenario de los cinco relatos que forman parte de La sopa más rica y otros cuentos (Cataplum, 2020), de la autora argentina Mariana Ruiz Johnson. En cada cuento se narra una breve historia protagonizada por algunos personajes presentes en la primera imagen del libro, alentándonos a un ejercicio de ir y volver a mirar las ilustraciones para reconocer a sus protagonistas. Los textos son sencillos y retratan experiencias propias de la infancia: el acontecimiento de tener una mascota por primera vez; la visita a la biblioteca pública con la  abuela en un día de lluvia; los berrinches porque no nos compran todo lo que queremos; la pijamada con carpa organizada en el patio con los amigos y la celebración comunitaria en torno a preparar una deliciosa olla de sopa. Las ilustraciones presentan personajes antropomorfos, realizados en una paleta colorida y diversa, y que al estar dispuestas en viñetas hacen del libro un formato para iniciarse en la lectura de cómic. 

    A propósito de cómic, la editorial ha puesto en circulación Canosa y el gran vecindario (Cataplum, 2022), del autor colombiano Jim Pluk, quien desarrolló una serie de viñetas sobre su protagonista, Canosa, publicadas a través de sus redes sociales. Motivado por su interés en la astrofísica concibió las entregas La bienvenida de Canosa (Perfectly Acceptable Press, 2016), Canosa y el sol (Sallybooks, 2022) y Canosa y el gran vecindario, en donde la niña, su perra Lula y hasta sus vecinos, se encuentran con seres extraterrestres.

    De este cómic destaca el funcionamiento del humor en los diálogos de sus personajes y lo absurdo de las situaciones; la contingencia del tema que se deja entrever de fondo  (el arte de convivir respetuosamente con todas nuestras diferencias) y la simpleza de la construcción narrativa muy propia de la inventiva infantil en la que siempre están ocurriendo cosas, sin dejar de ofrecer reflexiones a quien tiene el libro entre sus manos. Hay  honestidad en el tono infantil y una candidez que deja muy buen gusto en su lectura.

    Cataplum presta especial atención a la materialidad con que construye los libros: impresiones que resaltan los colores de las ilustraciones, hojas de buen grosor y agradables al tacto, con formatos adecuados que los convierten en una grata experiencia de lectura. Dedicación que revela el respeto que el equipo editorial siente por los niños y niñas que leen sus libros, entregándoles un mundo de posibilidades a través de historias bellas en forma y contenido. La preeminencia en el catálogo de autores y autoras latinoamericanas y centroamericanas refleja una motivación de  retratar a las infancias de este lugar del mundo, con sus colores, sus escenarios, sus problemáticas e imaginario. Hay algo fuertemente identitario en otros libros que conozco editados en años anteriores por Cataplum, cuya lectura me conmueve y recomiendo leer y releer: Adiós (2016), Antonia va al río (2019) y Los chimichimitos (2021). Su propuesta restablece la confianza en el mercado editorial destinado a la infancia, con libros tan vivos que nos hacen salir de las garras de lo cotidiano y que esperamos seguir leyendo.