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    “Odas a la comida y otros placeres elementales”

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    “Dice el sol, dice la luna”

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    “¡A que sí!”

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    Entre versos e imágenes: tres obras poéticas ilustradas
    Artículo

    Entre versos e imágenes: tres obras poéticas ilustradas

    28 febrero, 2024 Por Diana Bravo T.
    publicado en el Boletín 14

    Tres obras poéticas muy distintas entre sí en términos de tono, temas, contexto de creación y técnicas de ilustración, no obstante, lo que comparten estas propuestas es una asombrosa capacidad para evocar imágenes vívidas, otorgar plenitud al uso del lenguaje y desplegar diversos recursos poéticos.

    “Odas a la comida y otros placeres elementales”

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    Dice el sol, dice la luna (Claraboya, 2023) es un poemario de la autora e investigadora española Mar Benegas que nos presenta un trabajo de edición primoroso, donde la cuidada materialidad del libro resalta las bellas ilustraciones de Blanco Pantoja. La sobria y, al mismo tiempo, vibrante paleta de colores del ilustrador chileno es particularmente destacable.

    Desde la ilustración de la portada se nos invita a emprender un onírico viaje por el mundo celestial, una sensación que se intensifica con las guardas del libro. Dice el sol, dice la luna consiste en un poema largo en el que ambos astros dialogan sobre su ciclo, a través de un lenguaje rico y variado, en conjunción con una musicalidad muy bien trabajada que invita a aprovechar la lectura en voz alta del poema, donde la experiencia que ofrece el libro tiene todo por ganar: nos internamos aún más en el ambiente célico creado por Mar Benegas. El poema evoca el ritmo de las nanas con las que se acunan a las y los infantes y es, justamente, una pequeña niña la protagonista oculta de esta historia; ella es el universo que guarda los astros en su cíclico movimiento.

    ​​Del tono de ensoñación pasamos al juego y la creatividad que nos propone ¡A que sí! (Kalandraka, 2021), del escritor catalán Miquel Desclot. Se trata de una antología de poemas trabajados durante varios años por el autor, quien nos brinda un variado menú de composiciones: poemas rimados y visuales, adivinanzas y juegos de palabras. Abundan el humor y la sorpresa. Las coloridas ilustraciones que acompañan el poemario fueron realizadas por Christian Inaraja. ¡A que sí! realiza un ejercicio de diálogo con otros autores, como Gianni Rodari y Edward Lear, enriqueciendo los referentes y ampliando el universo del libro.

    El poemario Odas a la comida y otros placeres elementales (Libros del Zorro Rojo, 2022) es una selección de poemas del premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, que, en un primer nivel, versan sobre la comida y los acompañamientos de la buena mesa, pero cuyo trasfondo tematiza la lucha de clases y la conquista de América, entre otras disquisiciones. El libro constituye una gran labor editorial al rescatar la obra del poeta chileno y al agregarle valor artístico a través de las ilustraciones de Javier Zabala, donde las odas escogidas vuelven sublime lo mundano.

    En esta simbiosis de arte, la imagen se erige como una extensión del poema, revelando los secretos que habitan en sus silencios.

    Un desafío interpretativo

     

    En cuanto al desafío de plasmar visualmente poemarios que, en su esencia, ya están repletos de imágenes poéticas, los ilustradores nos invitan a realizar un ejercicio artístico que trasciende los límites de las palabras. En los libros que destacamos, las ilustraciones no solo cumplen función decorativa, sino que colaboran en dar forma y ampliar el significado de las imágenes poéticas. Se nos ofrece una doble lectura: la primera, una inmersión en el poema mismo con sus palabras y sonoridades; la segunda, un viaje a través de las ilustraciones que, con destreza, capturan el momento del poema que resonó con mayor intensidad en el imaginario de cada artista.

    A modo de ejemplo:

    “las papas

    fritas

    entran

    en la sartén

    como nevadas

    plumas

    de cisne matutino

    y salen

    semidoradas por el crepitante

    ámbar de las olivas.”

     

    Estos versos fueron seleccionados por Javier Zabala para acompañar la “Oda a las papas fritas”, pintando en acuarela un cisne marrón dorado que se enfrenta a la alborada. No obstante, las ilustraciones también desempeñan un papel más abstracto, como el de las papas que sobrevuelan la ciudad en “Oda a la papa”, transmitiendo la atmósfera de la presencia constante de este tubérculo en la cotidianeidad de las personas.

    En el caso de ¡A que sí!, Miquel Desclot emplea acuarelas y dibujos que emulan los trazos infantiles, junto con una paleta de colores llena de vitalidad. Este estilo de ilustración divertido contribuye al sentido global de juego y experimentación que caracteriza al libro, interactuando con el texto y ampliando su sentido.

    El chileno Blanco Pantoja crea ilustraciones que establecen un estrecho diálogo con el simbolismo del texto trabajado por Mar Benegas en Dice el sol, dice la luna. Se aprecia una referencia a la iconografía medieval a lo largo de gran parte del libro. Pero, además, algunas ilustraciones también se caracterizan por su ternura, como el pollito en su nido de ovillo que acompaña el canto de la luna.

    Cada trazo, cada forma se convierten en un testimonio de la conexión entre el poeta y el ilustrador. En esta simbiosis de arte, la imagen se erige como una extensión del poema, revelando los secretos que habitan en sus silencios.