
Hearstopper o el triunfo del amor
Dos chicos en apariencia distintos se enamoran. Su relación da pie a la creación de cuatro tomos de una exitosa saga que llegó en formato serie a Netflix y que catapultó a su autora, Alice Oseman, a ganar los Inky Awards y los United By Pop Awards. ¿Qué atractivo tiene la relación de Charlie y Nick? Acá lo conoceremos.
Después de una comentada salida del clóset, Charlie Spring inicia un nuevo año escolar. Sus compañeros de la escuela secundaria ya saben que es gay, por lo que ya no debe esconderse más; detrás de su declaración quedaron el matonaje, tener que comer escondido en la sala de artes, soportar las bromas pesadas que solo pueden ser aplacadas por las risas de su grupo de amigos. Eso sí, hay algo que Charlie no tiene previsto: enamorarse del capitán del equipo de rugby, Nick Nelson.
La saga Heartstopper (V&R, 2022), que se alza como una de las favoritas del público adolescente, fue uno de los títulos imprescindibles de este año en nuestro comité Troquel. Una historia de amor entre dos chicos, una fauna de amigos diversos y adorables, profesores comprensivos y padres que no tanto, forman una mezcla perfecta para cualquier historia juvenil, pero ¿qué hay de distinto? Su autora, la inglesa Alice Oseman (1994) nos entrega un relato que escribe y dibuja con soltura y limpieza. Hay situaciones enredosas, dramas juveniles y malentendidos. Hay amor y besos a raudales. También hay familias disfuncionales, problemas de identidad y de alimentación.
Vamos por parte. Charlie y Nick aparecen por primera vez en Solitario, primer libro de Oseman, publicado por HarperCollins en 2014 y traducido al español en 2021 por Booket. Estos dos personajes, aquí secundarios, luego se transformarán en protagonistas de una novela corta titulada con el nombre de ambos, que ahonda en la vida universitaria de la pareja. El mundo de ambos muchachos comienza a retroceder a través de un webcomic donde Oseman comienza a explorar el inicio del romance, las relaciones afectivas del resto de sus amigos, los primeros tropiezos y las declaraciones de amor; Heartstopper se convierte así en novela gráfica impresa.
Nacida en Chatham (Reino Unido), la autora inglesa ha recibido premios y alabanzas de la crítica especializada gracias a esta saga compuesta por cuatro volúmenes: el tomo uno relata el inicio de la amistad entre los dos jóvenes, que se conocen el primer día de clases. A pesar de ser compañeros del mismo colegio, Charlie y Nick no van en el mismo curso, lo que no es impedimento para tener algunas clases compartidas donde son parte del mismo grupo de estudios. En este volumen vemos el creciente interés del uno por el otro, las primeras visitas, las salidas al parque. Charlie es un adelantado corredor, muy buen estudiante y baterista destacado de la banda escolar; Nick dirige el equipo de rugby, ama a los perros, habla francés fluido y es un buen amigo.
Alice Oseman, nos entrega un relato que escribe y dibuja con soltura y limpieza. Hay situaciones enredosas, dramas juveniles y malentendidos. Hay amor y besos a raudales. También hay familias disfuncionales, problemas de identidad y de alimentación.
Después del primer beso, en el segundo tomo, Nick se cuestiona su identidad y su amistad con Charlie. Su mundo comienza a expandirse más allá de sus amigos de deporte, se pregunta por su rol, qué significa en su vida este nuevo chico y comienza a ver su entorno de diferente manera: se da cuenta que Tara, la chica que le gustaba en la escuela básica, es lesbiana y que tiene una pareja, Darcy, con quien disfruta la vida. Después de hablar con su mamá, Nick decide vivir plenamente su bisexualidad, mientras que Charlie siempre duda de sus intenciones. En el tercer tomo, el amor se siente y es París, en el viaje de estudios, la ciudad más indicada para vivirlo. En estas páginas vemos a los jóvenes estudiantes pasear por las calles de la ciudad luz, visitar librerías y museos. Eso sí, ya es claro el problema que arrastra Charlie: desorden alimenticio.
Los problemas de salud mental y física se toman el cuarto volumen, ¿qué puede hacer un chico de diecisiete años para ayudar a su novio de quince? Básicamente, aconsejarle ayuda médica, ser comprensivo, buscar estrategias para que se alimente bien y visitarlo en la unidad siquiátrica donde es internado. Oseman nos pasea por alegrías y tristezas profundas, pasa de los besos y las cosquillas del primer pololeo hasta las autolesiones y las ganas de no vivir; aunque siempre previsora, la autora incluye en cada tomo una guía de ayuda para jóvenes en riesgo, advertencias e indicaciones que pueden ayudar a familias y personas en esos tránsitos.
La saga de Heartstopper no se agota en estos dos personajes. Cada libro incluye un nuevo material que en el futuro puede desembocar en una nueva historia. Así encontramos las historias cortas con la relación amorosa de los profesores de arte y ciencia, el señor Ajayi y el señor Farouk; el primer día de clases de la futura pareja entre Elle Argent y Tao Xu; o la vida de Tara y Darcy en su colegio de niñas.
Alice Oseman conoce bien lo que hace. A sus 28 años está muy cerca de millones de jóvenes que alrededor del mundo buscan sus historias que hablan de identidad y diversidad, incluyendo guiños a Instagram, a la música por streaming, al amor por los animales, al sentirse incomprendido en un mundo cada vez más ajeno; es capaz de traspasar las fronteras del impreso para coquetear con Whatsapp, con lo digital, con lo actual, aunque sus personajes igual disfrutan de practicar deportes, tocar instrumentos, aprender idiomas o de leer clásicos ingleses. Por otra parte, bien lo explica ella en el tomo uno, para plasmar todo este imaginario que irá construyendo en cada volumen, bosqueja las imágenes directamente en Photoshop en forma muy sencilla, para luego ir delineando y dibujando las capas del boceto que es sombreado en cinco tonos —negro, blanco y tres tipos de grises— con los que da vida a los personajes y ambientes que, aunque poco detallados, son suficientes para recrear las escenas cotidianas: la escuela, el cine, las casas, París, la biblioteca, el parque; todos lugares que acogen a estos chicos jóvenes, a veces indecisos, pero siempre valientes.