
Mi opinión sobre las ardillas
A fines del año pasado, el escritor chileno Alejandro Zambra publicó su primer libro álbum, Mi opinión sobre las ardillas, que está ilustrado por Gabriela Lyon y que relata la visita de un padre con su hijo al Bosque de Chapultepec, donde se advierte el temor de uno de ellos a las ardillas.
Aunque parezca extraño, hay personas que pueden temerle a las ardillas. Quizás esto sea un poco más probable si esas personas son de países en que no las hay, como el padre del niño que protagoniza el primer libro álbum de Alejandro Zambra, Mi opinión sobre las ardillas (Ekaré Sur, 2022); ilustrado por Gabriela Lyon, quien dio vida también, bajo el mismo sello editorial, a Un día soleado (2018) y 9 kilómetros (2021).
Esta es una historia simple, tierna y divertida contada a través de textos cortos y precisos e ilustraciones que nos invitan a pasear por el Bosque de Chapultepec, en CDMX, junto a los protagonistas. En cuanto abrimos el libro y entramos al parque, entre los árboles no solo aparecen ardillas, sino que también una niña que comienza a jugar con un niño que le cuenta su opinión y la de su padre sobre estos pequeños y carismáticos roedores.
Cuando un escritor reconocido publica por primera vez un libro para niños y niñas, inevitablemente llama la atención y es probable que digamos: “Zambra sacó un libro infantil”. Pero hay algo de injusticia en esa frase que, a la vez, no deja de ser precisa. La injusticia es que este no es un “libro de Zambra” propiamente tal. El autor de Bonsái (2006) muchas veces usa el silencio y la simplicidad -que es, de alguna forma, también un silencio- para que la narración se desarrolle sin decirlo todo. En este caso, aunque el texto destaca por su precisión, los silencios del autor los llena otra narración: la de las ilustraciones. Las primeras páginas del libro son solo imágenes. No es necesaria ninguna palabra para que conozcamos a los personajes y al escenario creado por Gabriela Lyon, que no deja de ser protagonista.
Según comentó Zambra en una entrevista a un diario nacional, esta complicidad parece ser propia de los libros álbum cuando están escritos por una persona e ilustrados por otra: “son libros que por definición no están vinculados a la autoría, en el sentido tradicional”. Y no solo porque la obra es la conjunción de dos narraciones, sino también porque sus lectores más comunes, los niños y niñas, parecieran preocuparse sobre todo por lo que el libro les genera y no tanto por la relación de la obra con quien lo escribió y lo que esto implica para los modernos lectores adultos. En ese sentido, para las y los lectores, no será “el libro infantil de Alejandro Zambra y Gabriela Lyon”, sino que, simplemente, será un libro, con niños, ardillas y adultos que, en segundo plano, leen libros de otros adultos.
Esta es una historia simple, tierna y divertida contada a través de textos cortos y precisos e ilustraciones que nos invitan a pasear por el Bosque de Chapultepec, en CDMX, junto a los protagonistas.
Pero, nos importe o no, tomamos conocimiento de la autoría del libro y, en ambos casos, se valora una continuidad con sus trabajos anteriores. Respecto a Zambra, existe una relación entre el autor de Formas de volver a casa (2011) y Poeta chileno (2020) y este escritor de literatura infantil. Si en Poeta chileno, por ejemplo, se abarca la relación entre un adulto y un niño en torno a la poesía chilena, en Mi opinión sobre las ardillas esa relación se abarca a partir de estos pequeños roedores.
Los protagonistas de Zambra suelen ser hombres relacionados con la literatura y la escritura. La relación con la biografía del autor es transparente. Ese es, de alguna forma, su mundo. Así como hay un universo Marvel o DC, en el universo Zambra los personajes no son necesariamente heroicos, pero sin duda tienen algo en común, sin disfraces y con poderes un poco menos sorprendentes. Creo que en Mi opinión sobre las ardillas seguimos en ese mundo, pero ahora en una versión para un público más amplio y desde una visión distinta, la mirada infantil. Así también, con un notable complemento, las ilustraciones de Gabriela Lyon.
Un dato curioso. No es primera vez que un personaje de Zambra tiene una opinión sobre de las ardillas. En Poeta chileno, el protagonista le habla a su hijastro “de su invariable pánico a las ardillas”. Esa frase, no tan relevante en la novela, parece ahora tener un nuevo sentido. Es como si este nuevo libro álbum abarcara dos temáticas que el escritor chileno ya ha tratado antes: la relación padre e hijo y ese extraño miedo a las ardillas.